Esta época, en la que la mayor parte de la gente se encuentra de vacaciones, puede ser un buen momento para reflexionar sobre cómo podríamos afrontar el nuevo año laboral para conseguir el mayor nivel de satisfacción posible, tanto tanto físicamente como psicolo?gicamente sanos.
A continuación voy a exponer las cuatro áreas sobre las que habrá que reflexionar y después ponerse a trabajar para conseguir las metas anteriormente propuestas.
Areas para estar psicolo?gicamente sanos

Las cuatro áreas a trabajar son igual de importantes. A todas hay que dedicarles tiempo y esfuerzo (enseguida entenderán el por qué de esta afirmación).

Vida profesional

Se refiere a aquella actividad a la que nos dedicamos profesionalmente. Aunque la mayoría de la gente no lo crea, existe la necesidad del trabajo, necesitamos una meta en la que centrar nuestros esfuerzos, una meta que superar y con la que obtengamos un refuerzo económico, profesional o personal. Todos conocemos a personas que esperaban deseosos la jubilación y cuando les llega se acaban deprimiendo, precisamente por lo comentado anteriormente. La inactividad es una de las causas más directas que contribuyen a los estados de ánimos depresivos, al igual que es terapéutico una planificación de actividades para conseguir que alguien que está deprimido pueda superar esta situación y llegar a estar psicolo?gicamente sanos.
Ahora bien, no estoy hablando de un trabajo en el que una persona no se sienta para nada realizada, que no le guste o que le provoque estrés. Lo recomendable siempre en estas situaciones es no resignarse con este puesto y luchar siempre por cambiar y progresar.
Otro de los errores más frecuentes es dedicarle demasiado tiempo a esta área, descuidando inevitablemente el resto de aspectos de nuestras vidas. Casi todo el mundo piensa que el trabajo es lo más importante, más incluso que la familia, pero muchos deberían reflexionar sobre la inversión de tiempo y de esfuerzo realizado en su trabajo comparado con el invertido en otras áreas, incluida la familia.

Vida social

Somos animales sociales y por ello necesitamos un grupo de apoyo social. En este grupo estarán nuestros amigos íntimos, que no serán más de de 2, 3 ó 4, con quién podremos compartir nuestros sentimientos más profundos e íntimos, también estarán los amiguetes con los que compartiremos otros aspectos de la vida más triviales como el deporte, el arte u otras aficiones, etc., y luego gente conocida que nos sirve en muchas ocasiones para sentirnos ubicados en un lugar.
Con mucha frecuencia esta área se descuida, se considera de menor importancia que el trabajo o la familia, hasta que llega un momento en el que por distintas razones, como por ejemplo una separación, o que los hijos se hacen mayores, o que vivimos lejos de nuestra ciudad y familia, descubrimos la importancia de esta área y lo difícil que resulta en muchas ocasiones recuperar un círculo social. Por esto nunca hay que descuidarlo y es necesario que incorporemos gente nueva en las distintas etapas de nuestra vida.

Vida afectiva

Aquí se engloba nuestra familia de origen: padres, hermanos, abuelos, primos, nuestra pareja e hijos en el caso de que los tengamos.
En esta área los errores más frecuentes son sobretodo dos: primero, el poco tiempo que se le dedica. Aunque resulte paradójico, ya que casi todo el mundo al que le preguntas cuál es el área más importante para él contestará que el afectivo. En la realidad, sin embargo, lo que vemos es que se le dedica poco tiempo y poco esfuerzo.
Y segundo, centrarse casi exclusivamente en una pequeña parte de la familia, como puede ser nuestra pareja, o nuestros hijos, mientras que el resto de la familia quedará desatendida.

Vida personal

Se refiere al cómo nos sentimos con nosotros mismos. A lo largo de toda nuestra vida necesitamos trabajar con nosotros mismos, superar dificultades y problemáticas, aprender cosas nuevas, dedicarnos tiempo para disfrutar de hacer lo que nos apetezca para estar psicolo?gicamente sanos.
Es cierto que el cuidar esta faceta depende mucho de nuestra autoestima: el que se quiere bien, sabe que tiene derecho a cuidarse y dedicarse tiempo, sin permitir que otro le coarte. Probablemente la visión platónica del amor en pareja ha perjudicado mucho y ha contribuido a interpretar esto como egoísmo, cuando el egoísmo de verdad está en intentar que el otro solo haga aquello que nos apetezca. Sería recomendable que las parejas hablaran de este punto al principio de su relación.