En los úlimos días hemos visto en todos los noticiarios el aumento del consumo de cánnabis y de cocaína por los jóvenes de nuestro país, estando a la cabeza de los países europeos e igualándonos al consumo de EEUU, hasta ahora el líder en esta macabra carrera.
Según el Plan Nacional De Drogas la evolución del consumo de drogas en nuestro país es la siguiente:
-Tendencia descendente en el consumo de Heroína y ha cambiado la forma de consumirla, se ha pasado de la vía intravenosa a la inhalada.
-Una estabilización o moderada disminución del consumo de drogas de síntesis ( LSD, Extasis, Pastillas)
-Aumento del consumo de Cocaína(el 3.1% de jóvenes entre 14 y 18 años la consumen)
-Aumento del consumo de Cánnabis, sobre todo en franjas juveniles de entre 14 y 18 años(el 36.9% la han probado y el 22% la consumen habitualmente)
-Aumento de Policonsumos, es decir consumo de varias sustancias a la vez.
-Una importante incorporación de las chicas jóvenes al consumo de alcohol y tabaco, llegando a superar a los chicos.
-Aumento de los consumos realizados en la calle.

Una de las razones de más peso que explican este aumento en el consumo de cocaína y de cánnabis es su “normalización”, igual que la mayoría de españoles creen que es normal beber alcohol de forma habitual o fumar tabaco, los chavales empiezan a ver normal fumar hachís o consumir cocaína cuando se sale de fiesta.
Es decir han perdido el miedo a estas drogas:
1-Cada vez hay más gente en su entorno que las consumen
2-Los efectos que producen parecen menos lesivos que los de por ejemplo la Heroína o las drogas de diseño.
3-Socialmente están más aceptadas.

Otra explicación importante es que estas drogas se suelen consumir en el tiempo lúdico de los jóvenes, ya cada vez este tiempo es mayor, los chavales salen a las 12 de la noche y vuelven al día siguiente. Más horas de fiesta se traduce en mayor consumo.

Las razones que los adolescentes dan cuando se les pregunta por qué consumen son: por diversión, por experimentar nuevas sensaciones y por placer. Está claro que se dejan llevar por las consecuencias positivas del consumo y no tienen para nada en cuenta las consecuencias negativas a corto, medio y largo plazo; muy característica esta forma de actuar y de pensar en la adolescencia.

Un dato muy a tener en cuenta tomado de la encuesta realizada por el Plan Nacional de Drogas es que cuanta mayor es la permisividad de los padres mayor consumo de drogas por parte de sus hijos.

Esta situación es más que preocupante, las consecuencias físicas, psicológicas, sociales, laborales y familiares son tremendas, sumándose las muertes por accidentes de tráfico causados por el consumo de estas sustancias.

El esfuerzo para frenar esta evolución hay que hacerlo en la prevención, prevención enfocada a informar, formar y ofrecer alternativas:

Informar: La información debe ser objetiva y veraz. Según el especialista Nowlis ”las inexactitudes, las verdades a medias, las exageraciones, las generalizaciones excesivas y el sensacionalismo matan la credibilidad”

Formar: Existe una necesidad de formar de una manera eficaz tanto a padres, educadores y profesionales que estén en el entorno de los jóvenes.

Ofrecer alternativas: Si el consumo de drogas persiste es porque o cumple una función o satisface una necesidad, habrá que ofrecer a los chavales otras alternativas que cumplan esta función y que cubran esta necesidad.

Para terminar una nueva reflexión de Nowlis ”mientras la sociedad crea poder resolver la cuestión mediante la eliminación de las drogas, seguirán sin atenderse los problemas básicos, si el empleo de una droga satisface una necesidad real o imaginaria que no se complace de ningún otro modo, habrá quienes recurran a ella de un modo poco juicioso.”