El número de publicaciones de contenido psicológico ha aumentado de forma espectacular en los últimos años, lo libros de autoayuda se han popularizado de tal modo que quién no conoce por ejemplo “La inteligencia emocional” o “Tus zonas erróneas”. Esto demuestra un interés creciente de la gente por mejorar su estado de felicidad. En la base de todas estas publicaciones está el aprender a pensar de forma positiva. Está claro que un porcentaje alto de nuestras circunstancias no podemos cambiarlas, pero sí la forma en como las interpretamos. Por ejemplo: si veo a mi pareja hablar con alguien del sexo opuesto animosamente, puedo pensar que es una persona muy abierta y sentirme orgulloso de estar con alguien tan atractivo para los demás, o por el contrario pensar que si se divierten juntos es por que se gustan, puede que él me abandone y sentirme trastornado.
El por qué unos somos capaces de pensar de forma positiva habitualmente y otros no, es resultado principalmente de nuestras experiencias anteriores, sobre todo las vividas en los primeros años de nuestra vida. Nadie elige tener pensamientos negativos, pero por suerte actualmente sí podemos elegir el trabajar para cambiarlos. La tarea no es sencilla, en muchos casos es necesaria la ayuda de un profesional, pero con esfuerzo se pueden alcanzar grandes logros.
Tenemos que tener siempre presente que nuestra forma de pensar sobre las cosas que nos ocurren va a determinar la manera en como nos sintamos, y el como nos sintamos determinará nuestra forma de actuar. El pensar sobre los aspectos positivos que tenemos en nuestra vida nos hará sentir alegres, el sentirnos alegres hará que tengamos ganas de hacer cosas, que a su vez repercutirá en nuestro bienestar, sin embargo el pensar fundamentalmente en los hechos negativos, provocará sentimientos de tristeza, nos generará apatía para ponernos en acción y así difícilmente nuestro estado de ánimo mejorará.
El número de pensamientos distorsionados es amplio, pero podemos resumirlos en quince. Comenzaré por explicaros “El Filtraje” como introducción y en el próximo número continuaré con los restantes.
Filtraje: se refiere a la tendencia a percibir solo los aspectos negativos de una situación, excluyendo los positivos; como consecuencia la persona vive esta situación como totalmente negativa.
Ej: cuando una persona se valora a sí mismo, si sólo se fija en lo que no le gusta y las características positivas no las ve, probablemente su autoestima será baja.
Si aprendemos a percibir tanto lo positivo como lo negativo de una realidad, lo negativo se relativiza, ganaremos objetividad y nuestra reacción emocional será mucho más equilibrada.